

Glory Days
Season 2 Episode 3 | 1h 13m 59sVideo has Closed Captions
Rita asks for Clara's help to prepare for her hotel date.
Rita asks for Clara's help to prepare for her hotel date. The girls give Ana a makeover for her new role as a designer. Patricia teaches her mother a lesson she won’t forget all to easily.

Glory Days
Season 2 Episode 3 | 1h 13m 59sVideo has Closed Captions
Rita asks for Clara's help to prepare for her hotel date. The girls give Ana a makeover for her new role as a designer. Patricia teaches her mother a lesson she won’t forget all to easily.
How to Watch Velvet
Velvet is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-La verdad es que Carlos es muy simpático pero me da mucho miedo llevarme otra decepción.
No quiero hacerme ilusiones.
Me lo he pasado muy bien esta noche.
-Para eso están los amigos.
-Creo que no vamos a poder ser amigos.
-Menos mal que ha sabido improvisar.
-No ha improvisado Alberto.
Estoy conociendo a otra persona.
-¨Ya se ha ido todo el mundo?
-Solo quedamos tú y yo.
Me gustaría que entendieras que nos lo pasamos muy bien juntos pero... -Nada más.
Estamos de acuerdo.
-No me gustaría que hubiera ningún malentendido.
-Voy a Madrid porque estoy enamorado de la mujer de mi vida.
Se llama Rita.
Rita Montesinos.
[risas] -Ya has llegado.
-Rita yo no puedo esperar más.
-Yo... -Pedro, ¨no?
-¨Te acuerdas de Adolfo?
-Sois novios Adolfo y tú, ¨no?
-Pues no lo sé, Pedro, porque estas cosas del amor son muy difíciles de definir, ¨sabes?
-¨Has dicho del amor?
-Sé exactamente lo que las mujeres como tú necesitan.
¨Así que para qué perder más tiempo?
-Mateo, he pensado que a lo mejor podíamos pasarla en tu casa.
-Se ha empeñado en venir a mi casa.
-Pero entonces... -Sí, lo sé, lo sé, lo sé.
-He pasado una noche de ensueño en casa de Mateo.
Y he venido hasta las galerías dando un paseo que estaba como en una nube.
-¨Desde tan lejos?
-¨Pero qué dices?
Si Mateo vive aquí al lado?
-Pero si vive en el barrio de San Camilo.
-La de anoche no era tu casa.
-Hola Gloria.
-¨Qué quieres?
-La felicidad de mi hijo.
Y eso no te incluye a ti.
-Sal de mi casa.
-Sal tú de la vida de mi hijo.
-Esa mujer sigue viva y está en Madrid y quiere robarnos todo lo que es nuestro.
No va a quedarse con nada porque ahora todo será tuyo.
-Voy a trabajar mano a mano con las galerías en los nuevos uniformes Airsa.
-¨Con don Alberto?
-Sí.
-Como todas ustedes saben en Galerías Velvet empezamos un nuevo proyecto.
Trabajaremos para Airsa.
Cada una de ustedes tendrá que preparar un boceto con un diseño.
Esto es lo que estamos buscando.
Tiene estilo.
Tiene clase.
-¨Tú crees que es buena idea que trabajemos juntos?
[♪ música animada] -Si las he citado con tanta premura es para comunicarles quién será la diseñadora de los nuevos uniformes de Airsa.
Han trabajado rápido y muy bien.
Se lo agradezco.
te caso solo podemos seleccionar a una.
Ana Rivera.
-Señoritas por favor.
-Todavía me acuerdo de cuando te venían grandes los dedales de este taller y ahora.
Enhorabuena hija.
Te lo has ganado.
-Gracias tío.
-A trabajar por favor.
-Doña Blanca.
A partir de mañana quiero que Ana esté a mi entera disposición.
Quiero que dedique todo su tiempo única y exclusivamente a la colección.
No quiero que tenga interferencias de por medio.
-¨Entendido?
-Por supuesto.
-Como usted mande don Alberto.
-Gracias.
-Doña Blanca espero que no le importe que se los haya entregado a él directamente.
Necesitaba tiempo para aclararme.
-Estoy más que acostumbrada a que vaya usted por libre.
En fin, tiene usted mucho trabajo por delante pero ahora es momento de celebrar con sus amigas.
-Vaya.
-Gracias -Don Alberto.
Ya que usted y Ana se van a encargar de supervisar la nueva línea de uniformes no creo que sea necesario contratar a otra jefa de taller.
-El taller va a estar dividido en dos, Doña Blanca -Lo sé, pero yo puedo encargarme perfectamente de tramitar las labores de los dos equipos.
-Perdón que intervenga, pero doña Blanca ya se ha encargado de tareas simultáneas -en otras ocasiones.
-No dudo de sus capacidades Don Emilio, pero vienen tiempos de mucho trabajo y necesito que esté liberada y descansada.
Eso es todo.
Ponga un anuncio en el periódico.
-¨Debo dar detalles del proyecto?
-No, no.
Y tampoco de empresa.
-Don Alberto, si me escuchara un momento se daría cuenta de que no hay necesidad.
-La decisión está tomada.
-Ven aquí.
Ven aquí.
Que me hace más ilusión que si lo hubiera ganado yo.
Si es que eres la mejor diseñadora de Velvet.
-¨Qué no?
Díselo, Luisa.
-Hombre, pues claro.
-Claro que sí, mujer.
Si no, ya me dirás quién.
Pero hay una cosa, lo de trabajar con Alberto -codo con codo, ¨qué?
-Eso, te ves con ánimos.
-Porque el roce hace el cariño y donde hubo fuego siempre quedan brasas, como dice mi madre.
Y vosotros tuvisteis brasas hasta distancia.
-Que sí hombre, que está todo bien, que ya hemos hablado y sabemos cuáles son nuestros límites.
-Sí, bueno, pues si está hablado pues estupendo.
Nada, fenomenal.
Si es que no hay nada mejor que hablar las cosas para que todo quede claro.
-Bueno ya, Rita, ya.
-Ya, si digo en serio.
Mirad hacia delante que el pasado, pasado está.
¨Qué no?
Bueno y qué pasa con doña Aurorita?
-Pues nada, que para Airsa va diseñar Ana Rivera, -pero para doña Aurorita... -El gran Phillip Ray.
-Exactamente.
-Pasaje de oro, chicas, de oro.
[risas] -Clara, quieres hacer el favor de escucharme.
-Por favor -¨Para que vuelva a mentirme?
No, gracias, Don Mateo.
-No, no empecemos con "Don".
No empecemos con el "Don".
Escúchame.
-Don Alberto.
Le he dejado lo que me pidió encima de la mesa de su despacho.
-Muy bien.
-Clara, Clara, Clara, por favor.
Nada, nada, nada.
Clara descubrió que el apartamento al que fuimos no era mío.
-Oh.
-Gracias, justo lo que necesito, cachondeito.
-Mateo, si es que se veía venir.
No le vas a decir la verdad.
-Lo he intentado.
No hay manera.
o le voys a ver, cóm a contar que vivo con mi madre y con sus hermanas mayores que son como las mismísimas brujas de Salem, que a falta de una madre yo tengo tres y cada una peor.
¨Y tú qué tal?
¨Esa sonrisilla?
-Ya tenemos diseñadora.
-¨Ana?
-Ana.
-¨No sé si es una idea absurda o...?
-Es una idea brillante, Mateo.
-Te dije que diría que sí.
-¨Qué dice Enrique?
-Enrique me ha pedido que me ocupe de lo de Airsa.
Y yo me lo estoy tomando muy en serio.
[risa] -Pensé que habías dejado de trabajar como dependienta.
-Hoy es mi último día y tenía que terminar algunas cosas.
Ya sabes que no me gusta dejar nada a medias.
-El rigor es una gran virtud para el trabajo.
O al menos eso dicen.
-Además, pensé que preferirías ser tú quien me lo quitara.
[♪ música animada] -Gloria.
-Justo a tiempo.
-Sí.
La impuntualidad no es uno de mis defectos.
¨No te lo dijo nunca nuestro marido?
-Mi marido no solía hablarme de cosas sin importancia.
-¨Para qué me ha llamado?
-Me gustaría dejar las cosas claras entre nosotras definitivamente.
Me quedé con la sensación de que pudo haber malentendidos la última vez que nos vimos y me da exactamente igual lo que hagas Isabel.
Puedes contarle todo a Alberto, puedes hacerte la víctima, puedes intentar chantajearme.
No va a servir de nada.
-Te estás equivocando conmigo.
-No, eres tú quien se ha equivocado.
Has creído que podías llegar aquí y quitarme todo lo que es mío.
He cedido todas mis acciones.
No hay nada a mi nombre.
No hay nada que me puedas quitar.
-Yo no quiero nada.
Yo lo único que quiero es recuperar a mi hijo.
-¨Y por qué no se lo dices a él?
Ah, claro.
Tienes miedo de que te pregunte por qué le abandonaste hace tantos años.
-Tú sabes que no fue así.
-Sí es verdad.
Es verdad.
Tú nunca tienes la culpa de nada.
Y solo eres una pobre víctima de la crueldad de los demás.
Pero si buscabas una disculpa, esta vez sí has llegado tarde, Isabel.
Rafael está muerto.
-No te preocupes.
No hablará.
Aunque solo sea por evitar el escándalo.
Isabel, pienso que dado tu estado de salud lo mejor que puedes hacer es olvidar el pasado, aunque solo sea de momento.
No empieces guerras que no conducen a ningún sitio y aprovecha todo el tiempo que puedas para estar con tu hijo.
-Sí tienes razón, como siempre.
-No, la cosa no es tener razón sino que te hagan caso.
Si sigues adelante con la idea de no decir quién eres, creo que algo podemos hacer.
Necesitamos una jefa de taller Y dada tu experiencia serías perfecta para el puesto y verías a Alberto a diario.
-Pero yo no quiero empezar a trabajar con mi hijo contándole mentiras.
No podría.
Ya hemos tenido suficientes como para llenar dos vidas.
-¨Crees que merece la pena destruir el recuerdo que él tiene de su padre porque sepa la verdad?
Si le cuentas lo que pasó quizá consigas lo contrario de lo que te propones.
que tú crees realmente que él sabe la verdad lo alejaría de mí.
Yo lo que creo es que ese puesto es una buena ocasión para estar a su lado nada más.
Piénsatelo.
-Sí, claro.
-Buenos días, doña Blanca.
-Buenos días.
-¨Ha visto a Ana?
-No, Ana no está aquí.
-Estará en clases de baile.
-Pues es una pena porque queríamos que se encargase ella personalmente de hacer los arreglos de los vestidos que se ha comprado mi cuñada.
-Ana es la nueva diseñadora de los uniformes de Airsa y por orden expresa de Don Alberto se dedicará en exclusiva a esa tarea hasta nueva orden.
-Bueno, pues muchas gracias.
-Avisaré a Pepita para que se haga cargo.
-Gracias doña Blanca.
No tenía ni idea.
-Ana y Alberto trabajando juntos.
Qué curioso.
-Adelante.
-Hola.
-Hola.
¨Qué haces aquí?
-Saludarte.
Bueno, hemos venido a recoger unas cosas para Bárbara y así aprovecho para verte.
-Ya sabemos que la nueva colección va viento en popa.
-Va muy bien.
-Doña Blanca nos ha dicho que Ana es la nueva diseñadora.
-Su diseño fue el mejor con diferencia.
-Mira tú.
Además de con la música y con el baile es buena diseñando.
Quién sabe qué más talentos ocultos tendrá Ana.
-Cariño, pensé que estabas en casa con Lurditas.
-Pichín, no todo en esta vida va a ser cuidar de la niña.
Además Velvet se está volviendo un lugar muy interesante con tanto cambio.
-Estupendo.
Y ahora si nos permitís tenemos que seguir trabajando.
El nuevo diseñador está a punto de llegar y tenemos que bajar a recibirlo.
-¨Nuevo diseñador?
¨Has contratado un nuevo diseñador sin consultármelo?
-Bueno, pues nosotras os dejamos solos.
-¨A qué viene eso, Enrique?
-No sé a qué te refieres exactamente.
-A que esta no es tu casa.
No puedes hacer y deshacer -a tu antojo.
-¨Ah, no?
-La contratación del nuevo diseñador tiene que pasar por las manos del director.
Y te recuerdo que ese sigo siendo yo.
-No has dudado en contratar a la modistilla como diseñadora de los uniformes.
Has organizado los talleres a tu antojo.
No sé por qué te tendría que dar ninguna explicación.
De todas formas cuando te enteres de quién es.
No creo que pongas tantas pegas.
La decisión está tomada.
-¨Quién es?
-Lorenzo Palacios.
-¨Lorenzo Palacios?
Lorenzo Palacios lleva años retirado.
-Bueno, tal vez sea el momento de que vuelva.
Y lo hará por todo lo alto aquí en Velvet.
ecomiendoora te r que si no quieres que se te vea como un pésimo director, bajes conmigo y le recibas con una inmensa sonrisa.
¨Vamos?
-Hagan el favor de tenerlo todo en orden.
-Que todos y todo esté en su sitio por si el nuevo diseñador quiere bajar al taller.
¨De acuerdo?
Vamos.
-Clara, ¨a dónde vas?
Que va a venir el nuevo diseñador.
Que le ha dicho don Emilio.
-Bueno, como si lo dice el Papa.
Yo me voy.
Tengo que averiguar lo que me está ocultando Mateo.
-¨No te lo ha contado todavía?
-No.
Es que no le he dejado yo, que es diferente, porque no me creo una sola palabra de ese mentiroso.
-¨Qué puede ser?
-Chica, a lo mejor es que tenía la casa hecha una leonera que ya sabes cómo son los hombres para la limpieza.
-Ay Rita, que sé perfectamente lo que cobra Mateo, que si quiere puede tener una legión de criadas.
Este me está ocultando algo y lo voy a averiguar.
Tú cúbreme.
-Rubita.
¨A dónde vas tú con tanto garbo?
-A trabajar.
Y tú deberías ir también si no quieres que don Emilio te cante las 40.
-Por ti me dejo hasta matar.
¨Por qué no salimos a dar un paseo esta noche?
Quiero que todo el mundo vea la novia tan guapa que tengo.
-¨Tú y yo somos novios?
-Lo somos, ¨no?
-Sí hombre, sí.
Es la falta de costumbre.
-Mi tigróna.
-Ay, cómo te arrimas.
-Maestro, Bienvenido.
Le presento Alberto Márquez director de las galerías.
-Encantado.
-Mi padre fundó estas galerías.
-Lo sé, lo sé.
Espero poder devolverles el esplendor que tuvieron antaño.
Y Patricia Márquez, accionista también de Velvet.
-Señorita.
-Es un placer tenerle aquí.
-Mateo Ruiz, subdirector de las galerías.
Si quiere puedo encargarme de enseñar... -No, no hace falta.
Muchas gracias.
Prefiero la compañía de una buena mujer para pasear.
Y estoy seguro de que la señorita conoce de sobra estas galerías.
-Por supuesto.
Patricia le enseñará el funcionamiento de las galerías.
Lo dejo en tus manos.
Cualquier cosa estaré en mi despacho.
-Hasta luego.
-¨Vamos?
-Rita.
Rita, Espera, espera, espera.
¨Dónde está Clara?
No la he visto en recepción.
-Pues usted sabrá que su secretaria.
-Rita, tú también no, por favor.
Espera, espera un momento.
Vale.
Sé que he metido la pata.
Estoy intentando arreglar las cosas.
Ayúdame por favor.
Es imposible explicarle nada a tu hermana.
Por favor.
Cuñadita.
-¨Cuñadita?
e va a ablandarm con eso va apañado.
No sé dónde está.
Punto y final.
-Es que... sois iguales.
Tu hermana y tú.
-¨Iguales cómo?
-De imposibles.
Rita.
-Señores de Ruiz Lagasca.
Que está casado El muy desgraciado.
Buenos días.
¨Vive aquí Mateo Ruiz?
-Sí, señora.
Buenos días, señora.
Mire, usted tiene un pieza en casa y ya era hora de que lo fuera sabiendo.
Y si usted no está cansada de él, yo estoy muy harta de que su marido -me esté tomando el pelo.
-¨Mi marido?
-Sí, sí, Sí.
Su marido Mateo Ruiz la está engañando conmigo.
-¨A qué viene tanto alboroto?
-¨Qué pasa?
Ha venido una verdulera a vendernos fruta.
-Mateo Ruiz es mi hijo.
Y yo no sé quién será usted pero desde luego clase tiene muy poca.
-Soy una amiga de Mateo.
-Ah, de nuestro Mateíto.
¨Y no vas a decir nada más?
-¨Y qué va a decir?
Si ya lo ha dicho todo.
[♪ música animada] -¨Está bien?
Arriba corre el rumor de que van a contratar a otra jefa de taller ahora que vas a estar con Lorenzo Palacios.
-Entiendo que estés dolida y... -¨Dolida?
Tengo la suficiente experiencia como para hacerme cargo de la colección y de los uniformes.
Esto es un insulto.
¨Ya sabes que si hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor?
-Yo podría explicarle todo lo que sé pero será mejor... -Lleve esto al almacén por favor.
Buenas tardes.
¨Puedo servirles en algo?
-Al señor Palacios le gustaría conocer el funcionamiento del taller.
-Sígame por favor, Señor Palacios.
Contamos con ocho modistas y dos oficialas, aunque ahora con el encargo de realizar los uniformes para Airsa nos dividiremos en dos grupos.
Dígame sus necesidades y el otro equipo se adaptará a ellas.
-¨Mis necesidades?
Sí, sí, claro.
En cuanto las sepa se las haré llegar.
Bien y... ya que vamos a trabajar juntos podríamos tratarnos de tú.
-Si no es molestia preferiría no hacerlo.
Y no se lo tome a mal, por favor.
Le admiro y sigo su carrera desde que empecé a trabajar, pero creo que las formas y las jerarquías son fundamentales para que todo funcione como debe.
n. Como usted prefiera Doña Blanca.
-Síganme, por favor.
-Hola.
-He tenido que cubrirte con Alberto todo el día.
-¨Y qué?
Ha venido a despedirme, Don Mateo.
mos dejar a un lado tanta hostilidad, por favor?
Quiero hablar con tranquilidad.
¨Puedo?
Creo que no he sido del todo sincero contigo.
Por eso te mereces una explicación.
El hecho de que no te dijese cuál es mi verdadera casa es porque... -Mateo... -No, no, no, no.
Déjame terminar Porque es que si no, no voy a poder.
Es porque... Todavía vivo con mi madre Vivo con mi madre y con mis tías.
Si y te digo a verdad me tratan como si fuera un crío.
-Y eso es todo.
Por eso has montado toda esa farsa del apartamento.
-Eso, si las conocieras no dirías... -Es lo de menos, Mateo.
Tú sabes las cosas que yo he pensado.
-Lo siento.
-No, de vueltas me ha quedado a la cabeza pensando que me engañabas.
-No, Mateo.
Me has mentido.
-Perdóname.
-Has jugado con mis sentimientos.
-Pero es que me daba vergu enza que pensaras -que era como un crío.
-Desde luego que te has portado como un crío.
Mateo, yo quiero confiar en ti, pero si me mientes no puedo.
-Tienes razón.
¨Es lo que quieres escuchar?
Perfecto.
Soy nuevo en esto.
Discúlpame.
Meto la pata.
Nunca había estado tanto tiempo.
Nunca había tenido una pareja tanto tiempo.
No estoy acostumbrado.
-Perdóname.
-En eso te creo.
-Bien.
Y tampoco quiero que pienses que yo soy una orgullosa.
-Entonces... Eso quiere decir... ¨que puedo pasar esta noche aquí contigo?
-Te perdono.
Ahora, que esto no lo voy a olvidar.
-Advertido quedas.
-Bien.
Muy bien.
[llamada telefónica] -¨Sí, Carlos?
-¨Cómo está la mujer más bonita de España?
gra que mis... Que mis llamadas te pongan contenta.
-Bueno, eso también.
Pero es que tengo una muy buena noticia que darte.
Al final voy a ser la diseñadora de la línea de Airsa.
-Ah, qué bien.
-¨No te alegras?
-Sí, claro.
Pero ahora esto quiere decir que nos vamos a tener que ver el doble, fuera del trabajo y en las reuniones de Airsa.
-Sí, bueno, pero si no te... [risa] Serás... -Hubiese pagado para ver tu cara.
¨Cómo te lo has podido creer?
-Oye si algún día piensas dejar de ser piloto puedes ser actor.
Que se te da muy bien.
-Escucha, ahora estoy en Londres, pero mañana vuelvo y lo celebramos por todo lo alto.
-¨Te apetece?
-Claro que sí.
-Buenas noches, señora Diseñadora.
-Hasta mañana.
-Hola.
-Hola.
-¨Cansado?
-Estoy agotado.
-¨Cómo estás?
-Muy contenta.
-A ver, déjame que te vea.
Tiene usted muy buenas hechuras, caballero.
-Qué alivio, ¨eh?
e verdad Si d cuando me fui de tu despacho pensé que iba a estallar una guerra entre Enrique y tú.
Pero lo habéis arreglado.
Qué bien.
-¨Arreglado?
-Sí, para la cena con Lorenzo en casa.
-Me llamó Enrique, me dijo... -¨Otra vez?
-¨No lo sabías?
-No, no lo sabía.
¨Sabes por qué?
Porque tu hermano se ha empeñado en convertirme en un pelele.
-Ay no, Alberto, por favor, no pienses eso.
De verdad que Enrique valora muchísimo el trabajo... -No seas ingenua, por favor.
No lo quieres ver.
Primero me aparta de la colección.
Luego me pone a diseñar uniformes de azafatas.
¨No lo quieres ver?
-Alberto, Enrique ha podido cenar en su casa con Lorenzo y ha querido que sea aquí en casa del director de las galerías.
Por favor, mantén a un lado tu disputa con mi hermano por un momento y piensa.
Aprovéchalo como una oportunidad para acercarte a Lorenzo para ganarte su respeto.
¨No lo ves?
Anda, vamos a cambiarnos.
[timbre] -Buenas noches.
-Buenas noches, Elvira.
-Buenas noches.
-¨Y los señores?
-Están terminando de arreglarse, señora.
-Te dije que llegábamos demasiado temprano.
-Es mi hermana.
Confianza.
-Y mientras yo puedo serviros de anfitriona.
-Patricia, mírate.
Estás fabulosa.
-Tú estás fabulosa.
Ya les gustaría a muchas lucir esta figura después de haber tenido un hijo.
-Enrique no te quejarás.
-Y no lo hago.
Pero de cualquiera de las maneras, Bárbara estaría siempre perfecta para mí.
-No hagas caso de los hombres que te ganan con galanterías.
Pues, diez kilos.
¨Qué te parece?
-¨Diez kilos?
Guau.
-Bárbara, Enrique.
Ya estáis aquí.
Qué bien.
-Lorenzo, ¨no venía contigo?
-Le he pedido que llegara y media.
Quería que estuviéramos todos juntos antes.
He pensado que estaría bien que la familia mostrara que está unida.
Que luego pasáramos a cenar al salón.
-No, mejor en el jardín.
-Claro, buena idea.
-¨Un cóctel para amenizar la espera?
-Perfecto.
¨Vamos?
-Te traigo uno.
-Gracias.
Veo que las cosas con mi hermano van como la seda.
-Ahora me interesa más saber qué es lo que pasa entre tú y mi mujer.
¨Te has propuesto convertirte en su nueva mejor amiga?
-Bárbara es una de las mujeres más suspicaces que conozco.
No queremos que se entere.
-Pero mejor me pongo otra cosa.
-Para ya hija, que me estás poniendo nerviosa.
-Es que con los nervios de la cita.
Un poquito de música, ¨sí?
-Recordamos a nuestros oyentes que está en marcha el primer concurso de Intérpretes de Canción Ligera Radio Continental para nuevos talentos.
-Escucha.
-Aquellas personas que deseen participar no tienen más que llamar o enviar una misiva a nuestra emisora con el lema "Concurso de talentos musicales".
El premio consistirá en un cheque al portador de 300 pesetas.
-Luisa, tienes que presentarte.
-Tú estás loca.
Pero tú sabes la de cosas que puedes hacer -con 300 pesetas.
-Yo ni me lo imagino.
-Bueno, y eso solo sería al principio porque 300 pesetas no serán nada cuando, cuando toda España y Latinoamérica canten tus canciones.
-Sí, claro.
¨Y tú vas a ser mi representante?
-Si ya lo soy.
Bueno, lo somos.
[♪ música suave] -Estás... emperifollada.
Pero bien.
Nunca lo digo a mal.
Pedro.
-Gracias, Eres único haciendo cumplidos.
He quedado con Adolfo.
-¨Has quedado con tu novio?
-Ese soy yo.
El mundo está del revés porque hoy las estrellas andan por el suelo.
¨Y tú qué Pedrito?
¨No sales hoy?
-No tengo muchas ganas.
-Claro.
Es lo que tiene tener la novia en la otra punta de Europa.
Aunque volveréis a estar juntos.
Puede venir ella, o lo mismo te vas tú.
-No creo que me vaya yo.
No, porque aquí en España hay un sol muy bonito comparado con el de Esgurtam.
-Será mejor que nos vayamos.
Te veo mañana.
-Pasadlo muy bien.
Pero no llegues muy tarde porque mañana tienes que madrugar y... ¨Qué más da?
[♪ música romántica] -Buenas noches.
-Señor Palacios, bienvenido.
Soy Cristina Otegui.
Encantada de conocerle.
-A sus pies, señora.
Si me disculpa un momento.
Son las 10:30.
No te vayas muy lejos.
Me gustaría retirarme sobre las 12:00.
-No se preocupe.
Esperaré en el coche.
-No, no, por Dios.
No hace falta.
Puedo pedirle a Elvira que le prepare algo de comer en la cocina.
-No, no, no se moleste.
Muchas gracias.
No conviene mezclar las cosas.
Darío sabe muy bien cuál es su lugar.
¨Verdad, Darío?
-Por supuesto.
-No puede haber un diseñador normal.
-A las 12:00 vendré a recogerlo.
-¨Vamos?
-Claro.
Tenía muchas ganas de conocerlo.
[♪ música divertida] -Hace una noche espléndida, ¨eh?
Tienen un jardín precioso.
-Muchas gracias.
Espero que las galerías le hayan gustado tanto más si cabe que nuestro jardín.
-Desde luego, todavía conservan esos aires de las grandes casas de moda de Madrid.
-¨Y sabe ya algo de la nueva colección?
-Bueno, la verdad es que para una casa de la categoría de Galerías Velvet hay que ser muy cuidadoso.
No vale cualquier cosa.
Pero si le soy sincero, sí que hay una cosa que tengo muy clara.
-Déjeme adivinarlo, ¨va a cortar el largo de las faldas?
-No, no, se equivoca.
Voy a retirar todos los modelos de De La Riva mañana mismo.
-Raúl de la Riva es un gran diseñador.
-Desde luego.
Desde luego.
Pero ya no está en Velvet.
Esto ya lo hemos hablado, Alberto.
Exponer sus diseños sería una falta de respeto con nuestro nuevo diseñador.
-No, Enrique, no.
Además es tradición conservar la colección anterior antes de que salga la nueva.
-Bueno.
La colección de De la Riva ha sido un absoluto fracaso.
No quisiera que el público relacionase mi colección con la suya.
-Bueno, Raúl es un gran amigo, pero quizá ha llegado el momento de pasar página.
-Es absurdo.
¨Qué vamos a vender?
-Qué os parece si pasamos al postre?
Elvira ha preparado Creme brulée su especialidad.
-¨Le apetece, Lorenzo?
-Mi favorito.
Elvira.
Alberto.
-No gracias.
Estoy lleno.
Me disculpan.
-Oh, es perfecto.
-¨De verdad?
-Patricia.
Bárbara tiene una propuesta para ti que no vas a poder rechazar.
-¨Te acuerdas de Borja Sagalá, el nieto de Sofía Latorre?
Ha vuelto de la academia y acaba de romper con su prometida.
No me extraña porque ella era una bruja.
Pero él es maravilloso, encantador, rico, simpático.
Es el candidato perfecto.
Dentro de unos días va a venir a casa a cenar.
Y estás invitada.
-No nos puedes negar que es un partidazo y que últimamente no se te ve mucho por las fiestas.
-Os agradezco muchísimo la invitación, pero en este momento me gustaría centrarme -en las galerías.
-Patricia, Patricia, Patricia.
Cuántas veces tengo que decirte que vivir en un mundo de hombres no te va a abrir los círculos sociales de Madrid.
-Pero algo me dice que siempre que quiera podré contar con vuestra ayuda para estar al tanto de las novedades.
-Bueno, te mantendré informada.
Lurditas debe estar en la segunda toma de la noche.
Voy a llamar para ver qué tal está.
-¨A qué estás jugando?
ste que mi mujer no debía sospechar de nosotros.
que sí hubiese dicho a la cena te habría importado?
-No.
Me habría excitado.
Es lo que pasa cuando te tengo cerca, que da igual quien esté por medio.
-Eso tengo que verlo.
¨Qué tal está Lurditas?
-Durmiendo como una bendita.
-¨Siempre es tan buena?
-Qué va. Cuando estamos en casa no hay quien la duerma.
Solo quiere brazos, ¨verdad?
-Sí, solo quiere brazos.
-Bueno, los bebés buscan que les mimen.
Como todos.
[♪ música suave] -Pues gracias por todo.
Buenas noches.
-Un placer.
Buenas noches.
Conducid con cuidado.
-Bueno, yo me voy a dormir que mañana me espera un día muy largo.
-Que descanses, Patricia.
-Descansad.
-Yo creo que todo ha ido bien, ¨no?
-Muy bien para ti.
ías que me querías ayudar, que me querías apoyar?
Pues no me interrumpas cuando hablo.
-Lo hice para evitar que estallara una guerra, Alberto.
Quiero que mi hermano y mi marido se entiendan.
¨Qué hay de malo en eso?
-Nada.
No hay nada de malo.
[♪ música suave] [golpes a la puerta] -¨Me buscaba doña Blanca?
-Hoy no tengo ganas de jugar.
Entre.
-Te he visto con el nuevo diseñador.
Creo que le gustas.
Es un prepotente.
Un déspota.
No me gusta.
Te desnuda con la mirada.
[♪ música sensual] -Bueno, rubita.
¨Un beso de buenas noches?
-No, ya.
Adolfo, Adolfo, Adolfo.
-Que... Que tengo sueño.
-Pues vamos a la cama.
-¨Qué dices?
Tú estás majareta.
Que no se puede ir doña Blanca.
-¨Y si nos vamos a una pensión?
-¨Qué?
Eso no es ni bonito.
Qué pensión.
Que yo soy una señorita.
Que menos que un hotel de tres estrellas.
-Hecho.
-¨Qué?
-Mañana, tú, yo y una habitación en el Cibeles.
Como se merece la mujer más... más, más salvaje que conozco.
-Bueno, salvaje y salvaje.
-Con toda la noche por delante y sin nadie que nos moleste.
¨Qué me dices, rubita?
-Buenas noches.
-Buenas noches.
-Buenas.
-Pues para mí que tiene más de dos brazos, porque yo la apartaba uno y ya tenía otro encima.
Al final va a ser un manitas pero de verdad.
-¨Y por qué no te lo quitaste de encima?
-Si a disgusto tampoco estaba.
De hecho, hemos quedado esta noche en un hotel de aquí al lado.
-Bueno.
-No te rías que estoy muy nerviosa.
¨Tú crees que ya ha llegado el momento de...?
Bueno, lo de la flor y eso.
Tú sabes de lo que te estoy hablando.
-Sí, pero creo que tienes que ser tú la que está segura de eso, ¨o no?
-Pero yo qué sé.
Pero si es que yo no lo sé.
¨Tú estabas segura cuando lo hiciste con Alberto?
-A ver, Rita, hay cosas que o se sienten o no se sienten, hija.
-Ay, muchas gracias.
Das unos consejos que me has dejado igual.
-Que no seas tonta, que no solamente es cuestión de saber si es el momento o no.
-Mucho tampoco puedo esperar, que se me marchita la flor.
-No seas burra.
Rita.
Yo creo que también hay que pensar si es la persona adecuada.
-Si lo dices por Pedro, ese tren ya pasó y no era para mí.
[cantando] -Pero canta muy bien, ¨no?
-¨Luisa?
[cantando en inglés] -Mira, a que solo cantaba con dos copas de más.
-Pero tienes que apuntarte a ese concurso, seguro.
-¨Que dices?
Qué no, hombre.
Qué vergu enza.
-Que sí, que yo quiero tener una amiga cantante famosa.
-Ah, sí.
-Pero mientras se va haciendo famosa hay que seguir trabajando.
Así que voy yendo por la bata.
-¨Qué bata?
-La bata.
-Pero que ya no eres modista.
Qué eres diseñadora.
-Tienes razón Ana, tú ya no puedes ir con esa pinta.
-Oye.
-Fuera bata y nada de pasear estos estilos por los despachos, ¨eh?
-No me hagas hablar del pelo.
-¨Qué tiene mi pelo?
-No, no, no, no, no.
Que os veo venir.
Oye que os veo venir.
Que no, que no.
No, que os veo venir.
[gritos] [risas] [♪ música animada] -Si tu madre viese lo guapa que estás y lo lejos que has llegado, hija.
-Gracias, tío, pero no siga que... me voy a poner a llorar y se me estropea el maquillaje.
-Disculpe Don Emilio.
-Madre del amor hermoso.
-Pedro.
Pedro.
-Señorita.
-Gracias, Pedro.
-Vaya.
Veo que no soy el único que se alegra de tu ascenso.
No tienes que decirme nada si no quieres.
-No, no pasa nada.
Hay otra persona y no es Alberto.
-Oh, no me digas que esa sonrisa que lucías últimamente no era solo porque dormías como un cesto, ¨no?
-Don Emilio.
-¨Sí?
-Preguntan por usted.
-Hola.
Doña Blanca.
Le presento a Elena.
-¨No sé si recuerda?
-Sí, perfectamente.
-Si me disculpan.
-Sí.
-¨Has tomado una decisión?
-Muchas gracias por venir.
-Su turno.
¨Usted es...?
-Elena.
Es Elena.
Una buena amiga con sobrada experiencia y muy trabajadora.
-Eso en palabras de Emilio, es mucho.
Pase, por favor.
-Gracias.
-No sé si sabrá que estamos buscando una nueva jefa de taller.
Cuénteme cuál es su experiencia.
-Aunque empecé trabajando en Madrid la mayor parte de mi carrera la he desarrollado en Cuba.
-Mi padre trabajó allí en un pequeño establecimiento que se llamaba... -El Encanto.
Yo trabajé con su padre.
-¨Con mi padre?
Cuénteme, ¨qué recuerda de él?
-Bueno, era un hombre que no dejaba indiferente.
Era muy guapo.
Eso usted lo ha heredado.
Era muy emprendedor.
Si tenía una meta nada ni nadie podía detenerle.
-Eso es verdad.
Era muy luchador.
-Sí, era más que eso.
Era capaz de sacrificar cualquier cosa con tal de tener su sueño sin mirar atrás.
Por lo menos eso es lo que nos transmitió a todos los que trabajamos con él.
-Está contratada.
-¨Ya?
Quiero decir que a lo mejor mi experiencia no se ajusta a lo que usted necesita.
-Hay cosas mucho más importantes que la experiencia.
Así que si a usted le parece bien nos veremos por aquí.
-Sí.
[♪ música en inglés] [♪ música animada] -Mateíto.
-Oh, Mateito.
-Ven aquí, Mateíto.
M'hijito.
-Mateíto.
-Tías, madre.
-¨Qué hacen aquí?
-Anoche se quedó la cena fría.
-Ayer era el cumpleaños de tu tía Sagrario y siquiera te dignaste a aparecer por casa.
-Discúlpeme tía, tenía muchísimo trabajo.
-Mientes igual de mal que tu hermano, Mateíto.
-Y que tu padre.
-Herminia.
-Pero al menos él se molestaba en salir con fulanas de su clase.
-Sí.
No pongas esa cara, Mateo.
Precisamente ayer una de tus "amiguitas" se presentó en nuestra casa.
Pensó que yo era tu esposa y se despachó tan a gusto a sus anchas conmigo.
-Madre, ¨de qué está ablando?
-¨No lo sabías?
-No, ¨qué pasa?
-Pues, una chica así rubia como de lo más ordinario y vulgar, acabó diciéndome que no tenía ninguna clase que era tonta.
Imagínate.
-Madre, lamento muchísimo que haya tenido que pasar por esto, de verdad.
-Mira, hijo, yo no sé lo que le habrás hecho a esta chica pero deberías ponerla en su sitio.
O si no dime quién es que ya me encargaré yo personalmente.
-No, no, no.
No, madre, de esto me encargo yo.
-¨Estás seguro?
-Segurísimo.
Le aseguro que esto no va a volver a pasar, se lo aseguro.
-Les acompaño a la salida.
-Ay, Mateo.
-Qué sobrino más guapo.
-Guapo.
-Oye, ¨y el pastel que se quedó allí?
-¨No vas a probarlo?
-Nunca falles en mi cumpleaños.
-¨Que Clara fue a tu casa?
-Puso a parir a mi madre.
Se pensaba que era mi amante.
¨Te lo puedes creer?
-Hombre, tu madre... -Ni se te ocurra terminar esa frase.
Ni se te ocurra terminar esa frase.
-Las cosas como son.
-Por favor un respeto.
Ni siquiera se ha dignado a contarme lo que ha pasado.
Me he tenido que enterar por mi madre, Alberto, por mi madre.
¨Te hace gracia algo?
A mí no, ¨eh?
Que le pedí perdón, Alberto, y haciéndose la ofendida que no sabes la que me montó.
"Me has mentido, Mateo".
"Has herido mis sentimientos, Mateo".
Y yo suplicándole el perdón como gilipollas.
¨Me quieres escuchar ya, coño?
-Perdona.
¨Y qué vas a hacer?
Algo tendrás que hacer.
Tendrás que hablar con ella.
-Ella no me ha contado la verdad, ¨cierto?
Pues yo a ella tampoco.
Ahora va a cantar como un pajarito.
Va a cantar como un pajarito.
-Permiso, Don Mateo, Don Alberto.
-Ana.
Estás muy bien.
pequeño cambio para el nuevo trabajo.
-Pequeño, por favor.
Estupendo.
-Mateo.
-Nuevo trabajo, nuevo novio.
No sé qué os pasa a las mujeres cuando me abandonáis pero os ponéis increíbles.
-Mateo, vas a llegar tarde.
-Sí, sí.
Os dejo.
[♪ música en inglés] -Te queda muy bien.
-Gracias.
-¨Estás nerviosa?
-Te digo la verdad, no he pegado ojo en toda la noche.
-Eso es bueno.
Significa que te importa.
Vienes preparada para la batalla.
¨Un regalo?
-Sí.
-Vamos.
-Venga.
Me lo había pensado... -Está muy bien.
Me gusta mucho como las has dibujado.
Pero en mi opinión... -¨Puedo?
-Si.
Yo las entallaría un poquito más.
Ellas estarán más guapas, ellos más contentos y más elegantes.
Y se tiene que notar que están hechas en Velvet -y Velvet es alta costura.
-Por supuesto, pero tampoco podemos olvidarnos de que son uniformes -y tienen que estar cómodas.
-Utilizamos telas ligeras.
temperatura en las cabinas es estable.
-Y arriesgarnos a que se rasguen a la primera de cambio.
Sería una publicidad pésima.
Son azafatas.
Tienen que manejar maletas y carritos.
-Un momento, un momento.
En tu opinión... -Yo creo que deberíamos buscar una tela que fuera fuerte pero bonita y que aguante el trote.
-O sea, que tú apuestas es por uniformes flojos, tejidos fuertes y costuras reforzadas.
Es caro y yo no lo veo.
No lo veo elegante.
-Yo no he dicho flojo en ningún momento.
Creo que se puede marcar la silueta de la mujer perfectamente sin entallar.
-Con costuras reforzadas y que sea barato.
¨Cómo?
-Primero habrá que decidir el diseño, Alberto.
-El presupuesto es el que es, Ana.
Lo siento.
-Te gustan mis diseños pero no te vale nada -de lo que te propongo.
-Lo único que estoy pidiendo es que sea elegante y que el presupuesto no se nos vaya de las manos.
Tampoco pido un milagro.
-A ver, en mi opinión creo que... -Tú opinión ya la conozco.
-¨Conoces tú la mía?
-Llevo oyéndola todo el día.
-Bueno pues cualquiera lo diría, Ana Rivera, -con el caso que me haces.
-Hey, un momento.
Hey.
¨Necesitáis ayuda?
Una tercera opinión.
-Una tila, un par de pistolas.
-Mateo, tu humor sobra ahora.
-Bueno, no creo.
Visto lo visto.
-Mateo.
-Solo estoy intentando -enfriar los ánimos.
-Creo que nos vendría -bien un descanso.
-Ana.
Ana.
Ana, por favor.
No sé... -Hombre.
La tripulación al completo.
¨Qué tal van los diseños de los uniformes?
-Muy bien.
-No podían ir mejor.
-Sí, Sí.
Yo los he visto trabajar y lo confirmo.
Eso era pura compenetración.
-Estupendo, porque quiero ver algo a última hora de hoy.
-¨Hoy?
- ¨Algún problema?
-Qué problema va a haber, si las cosas -no pueden ir mejor?
-Muy bien.
Y quiero que Lorenzo les eche un vistazo.
-Dijiste que podía diseñar con total autonomía, Enrique.
-Y la tienes, pero teniendo un diseñador de su talla en la casa me parece absurdo que no dé su opinión.
-¨Podemos hablar a solas un momento por favor?
-Por supuesto que no.
-Lo revisaré encantado.
-¨A ti no te importa verdad?
Aprenderás mucho.
-Claro.
Si últimamente no hago otra cosa que aprender.
[♪ música animada] [timbre telefónico] -Estamos aquí.
-¨Sí?
Alberto, qué casualidad.
Justo estaba pensando que podíamos vernos para comer y... Sí.
Sí, muy bien.
Pero intenta venir pronto.
A ver si estoy despierta cuando vuelvas y hablamos.
Sí.
Un beso.
Adiós.
-¨Qué ha pasado?
-Pues nada, que va a estar todo el día ocupado y que seguramente también llegue tarde esta noche a casa.
s la excusa esta vez?
-Ay, pero cómo eres, Bárbara?
Pues trabajar.
Dice que esta noche tiene que tener listo no sé qué de... -Trabajo, ¨cómo no?
-Sí, la verdad, es que tenía ganas de comer con él y hablar.
-Bueno, ¨y quién te ha dicho que no puedes hacerlo?
Ahora Alberto y tú estáis casados y un marido tiene que trabajar pero también tiene que pasar -tiempo con su esposa.
-Ya, pero si algo me ha quedado claro desde que estamos juntos es que el trabajo es muy importante para Alberto.
-Más importante que tú.
-Me gusta cómo han quedado así blancas y sencillas, es la clave.
-Sí.
Ahora están más flojas, sin llegar a ser blusones, así nos ahorramos la doble costura y encajan perfectamente con una falda recta.
También he cambiado la chaqueta de botones por una capa sin mangas.
-Sí, imitando la capa española.
Buena idea.
-Y nos sale más barata que la chaqueta.
-Te lo dije.
¨Te lo dije o no te lo dije?
Sabía que lo íbamos a conseguir.
Y estos lapicitos de colores, ¨qué, te los ha regalado tu novio?
-No me contestes si no quieres.
-Sí, ha sido él.
-Sí.
Y ese él, ¨tendrá un nombre?
Digo yo.
¨Me puedes decir?
Estoy intentando normalizar esta situación.
-Carlos.
-Creo que es lo mejor.
-Se llama Carlos.
-¨Carlos?
-Sí.
-Vaya nombre.
Y Carlitos y tú ¨cómo os conocisteis?
Pues, él recibió el vestido de novia que se había perdido de Cristina, vino a traerlo y... -Mira tú qué listo el tío.
¨Es cliente nuestro?
¨Su madre o su hermana?
-Yo nunca lo había visto por aquí.
Es verdad.
Tampoco le he preguntado.
Cuando estamos juntos no hablamos de las galerías.
-Ya.
-Alberto, han sido semanas muy complicadas.
Y Carlos se ha convertido en un gran apoyo.
-Muy bien.
Si a mí me parece muy bien y quería que lo supieras.
Que además que estoy muy contento por ti.
Que me parece muy bien que después de todo lo que has pasado, pues que seas feliz.
-Yo también quiero serlo.
-¨Molesto?
-Cristina.
Un segundo.
-¨Qué haces aquí?
-He venido a recogerte.
Tendrás que comer, ¨no?
Y si vamos aquí al lado -he pensado que no ibas... -Te he dicho que iba a estar -ocupado, Cristina.
-Y yo estoy muy sola, Alberto.
¨Tú no te das cuenta de que desde que hemos vuelto del viaje no hemos tenido tiempo para estar juntos?
-Y las cosas... -Tengo que trabajar.
-Alberto, eres mi marido.
Tan extraño te parece que necesite pasar tiempo a solas contigo... -Has venido para arreglar lo de ayer.
Y me parece muy bien.
Pero ahora mismo no es el momento ni el lugar.
-¨Y cuándo va a ser el momento?
-Cuando no me esté jugando mi negocio.
¨O es que no lo entiendes?
-Me voy.
Te dejo trabajar.
-¨Qué haces?
¨Por qué estás recogiendo?
Cristina se acaba de marchar.
Podemos seguir trabajando.
Lo que queda por hacer.
Lo puedo hacer yo desde mi cuarto.
A no ser que necesites que me quede por algo.
-No.
Va a ser un éxito, Ana.
Has hecho un trabajo excelente.
-Gracias.
-¨Cómo vas?
¨Te falta mucho?
-Diez minutos más o menos.
es recordamos queridos radioyentes que hoy es el último día para inscribirse en nuestro concurso de Canción Ligera, aquí en Radio Continental: Pasión por la música.
Continuamos con la canción.
-Bueno, pues yo ya estoy.
-Pero ayúdame con esto, ¨no?
-Que no, que no... que no estoy todavía.
Quiero decir que voy un momento al baño.
¨Vale?
Pero vuelvo enseguida y te ayudo.
[canta en inglés] -¨Radio Continental?
Sí.
Hola.
Quería apuntarme al concurso de Canción ligera.
Que si canto bien?
Como los ángeles.
¨Quiere una demostración?
Vale.
♪ La chica de la Cruz Roja ♪ ♪ Novia de la primavera ♪ ♪ Nacieron su corazones cantando, cantando ♪ ♪ Encuentran amores ♪ Hombre, es que así de sopetón, sin calentar ni nada.
Pues me llamo Rita Montesi... Rita no, no... Luisa.
Luisa Rivas.
Sí.
¨Quién es Rita?
Pues es una amiga que está aquí al lado... Para Rita.
Que sí mujer, que ya me ha apuntado, que sí.
¨Porque me he apuntado, verdad?
Pues muy bien, muchas gracias.
[tararea] -Buenas tardes a todas.
No, no, no se detengan por favor.
No hay nada más relajante que el sonido de las máquinas de coser y la belleza de mi jefa de taller.
-¨Eh, Darío?
-Por supuesto, Don Lorenzo.
-Buenas tardes, señor Palacios.
-Oh, ya que se niega tutearme al menos llámeme Lorenzo, por favor.
¨Cómo va todo?
-Estaba organizando la división de talleres.
¨Sabe ya cuántas chicas va a necesitar?
-Como mínimo voy a necesitar tres de las ocho modistas.
-¨Quiere que habilitemos un espacio para usted y su ayudante?
-No, no, no.
Trabajaremos aquí en el taller.
-Muy bien, gracias.
-Verá, tengo algunas propuestas que hacer sobre la nueva organización del trabajo.
¨Qué le parece si lo comentamos esta noche durante la cena?
-Bueno, si quiere podemos hablar ahora.
Tengo tiempo hasta las 7:00.
-¨Acaso tiene algo mejor que hacer hoy?
a un restaurante de Madrid, cualquiera.
Me va a disculpar, pero no gracias.
-Relájese, Blanca.
Solo es una cena.
-Si le ha dicho que no, ¨por qué insiste?
-¨De dónde sale este Quijote de tres al cuarto?
-Soy Maximiliano Expósito, dependiente de estas galerías.
-Sí, dependiente y caballero andante.
Al menos ya sé a quién tengo que llamar cuando me tenga que traer un paquete a casa.
-He cambiado de opinión, señor Palacios.
Acepto su invitación.
-Perfecto.
¨Entonces la recojo esta noche a las 9:00?
-En la puerta de las galerías.
-Muy bien.
-Maximiliano, acompáñeme, por favor.
[♪ música de tensión] -No lo puedo creer.
¨De verdad vas a cenar con él?
-Que sea la última vez que haces algo así.
-Ese hombre te estaba faltando al respeto y... -Tú en cambio has estado a punto de dejarme en ridículo.
Me basto y me sobro para defenderme.
¨Está claro?
-O sea que tengo que ver como ese hombre te trata así y quedarme callado.
¨Es eso?
-Parece que empiezas a entenderlo.
-¨Y qué?
¨Algún consejo para la gran noche?
¨Algo que deba saber?
No sé.
Decidme.
-No sé, Rita, eso es algo muy personal.
-Y cada uno lo vive de una manera.
Pero vamos, tú no te desanimes si la primera vez -no sale bien.
-Lo que tienes que hacer es preguntarle a alguien que sea más... más resuelta, que no le dé vergu enza hablar del tema, que tenga más experiencia, más golfa.
-Creo que tengo la candidata perfecta.
-Lo primero es elegir la ropa adecuada.
A ver, ¨qué te parece este?
-No.
-No, no ¨verdad?
Demasiado lazo con esto.
Lo mismo te canta una nana.
Pero tú, ¨hasta dónde has llegado?
-Yo de las afueras de Madrid del pueblo no he pasado, ¨por?
-Ay, Rita.
Céntrate, que estamos hablando -de hombres.
-¨Con los hombres?
Pues así a... a poca cosa.
Pues, besos y... Ay, Clara.
-¨Tú ha visto algún hombre desnudo?
-Sí.
Una vez en el Prado, tenía una hoja de parra ahí.
-Pues este, hoja de parra no va a llevar.
Mira, lo que tienes que hacer es tomarte una tila, relájate y déjate llevar.
Si es muy fácil.
El sexo es igual que bailar.
Que al principio puede haber pisotones, Pero una vez que le coges el tranquillo te lo pasas de miedo.
[golpes a la puerta] -Clara, ¨puedo pasar?
-No.
-Espera que yo salgo.
Pruébatelo.
-¨Qué pasa?
-Sé que hoy íbamos a cenar al Alcalá pero hay cambio de planes.
-Cenamos en mi casa.
-¨Qué?
-Sí, hoy he hablado con mi madre y con mis tías.
Les he dicho que estamos saliendo juntos.
La verdad es que tenía un poco de miedo de cómo iban a reaccionar porque soy el niño de sus ojos, pero no sabes cómo se han puesto de contentas.
-¨De verdad?
-Sí.
Tanto es así que quieren conocerte hoy mismo.
-¨No te hace ilusión?
-Sí, pero tenías que haberme consultado.
Eso es ir demasiado deprisa.
La verdad es que soy el primer sorprendido.
Pero claro, al ver cómo reaccionaste cuando te conté la verdad.
Me ha hecho darme cuenta de que tengo que empezar a madurar.
De que tengo que empezar a tomarme en serio lo que es nuestra relación y mi familia.
la única mujer con la que me he atrevido a hacer algo así.
Dime que vendrás, por favor.
Te recojo a las 10:00.
[♪ música animada] -Has oído lo que... -Sí, hija.
Todo.
La noche que te espera.
Igual el picardías te viene mejor a ti que a mí.
-¨Picardías?
Yo voy a necesitar es ropa de monja.
-Ropa de monja, ¨tú?
¨Y de dónde la vas a sacar?
-De tu armario.
[♪ música romántica] -No está mal.
Es un buen trabajo para un aficionado o para alguien que acaba de empezar.
Como creo que es el caso de esta señorita.
Quizá le parecen muy modernos o atrevidos, pero son ideales para una línea que está en expansión como es Airsa.
-Moderno no significa estrambótico.
La modernidad no es un adjetivo en el que quepa cualquier cosa.
No, no, no, no, no.
Hay que repetirlos todos desde el principio.
-No.
Ni hablar.
Lo que tenemos es muy bueno.
-Alberto.
-Llevo muchos años en el mundo de la moda y sé reconocer cuando algo es bueno y esto es bueno.
Voy a apostar por ellos.
-Muy bien.
Si mi opinión no va a ser tenida en cuenta.
-Por supuesto que su opinión va a ser tenida en cuenta.
-Te vas a equivocar.
Enrique.
-Los diseños se van a repetir y punto.
-¨Dónde está Ana, Rita?
-Acaba de salir.
Había quedado con su... Bueno con él.
-¨Con quién?
-Con su novio.
-La espero.
-Rita, ¨tienes un momento?
-¨No puede esperar a mañana?
Es que tengo prisa.
-Esa flor no te pega nada, de verdad.
-Hijo, de verdad.
Cada vez que me arreglo -tienes algo que opinar.
-Mira, te quería... decir algo muy importante de hace mucho tiempo, pero es que nunca he tenido el valor de decírtelo, porque es que nunca voy al grano, nunca... A ver el problema que tengo es que yo te quiero decir algo y te doy la espalda porque da mucha vergu enza, -pero es que te quiero decir... -Es verdad tengo prisa.
-¨Dónde vas tú ahora?
-Pero bueno, serás cotilla.
¨A ti qué te importa?
-¨Qué vas a dormir fuera?
-Pues sí, sí, sí, sí eso voy a hacer.
-Pero no, no puedes.
Tienes aquí una habitación tienes una cama y tienes al manitas.
-Hermanita, sí.
Pues... se llama Adolfo, que está bautizado.
-Una pregunta.
Vas a... ¨Vas a dormir con él?
-Y si lo fuera a hacer, ¨hay algún problema?
-No.
Ninguno.
Rita... La flor... Te queda muy bien.
[♪ música romántica] [golpes a la puerta] -¨Aún no estás lista?
¨Estás bien?
-Es que he cogido frío.
Se acabó la bombona y tuve que terminar la ducha con agua fría.
-Pobre.
Con agua fría.
-Yo no quiero que tus tías y tu madre me vean así.
Tenemos que cancelarlo.
-Clara, no les puedes hacer esto.
Tenían tanta ilusión.
-Ya, lo siento mucho pero es que me encuentro mal y si voy me voy a encontrar peor.
-Clara, pero si va a ser ir del coche a la casa y de la casa al coche.
Además, mi tía Herminia tiene un remedio buenísimo que usaba con mi hermano y conmigo cuando éramos pequeños que es mano de Santo.
-Mateo, que es la primera vez que me van a conocer y no quiero que me vean con este aspecto.
-A mi madre no le importan las apariencias, Clara, y a mis tías muchísimo menos.
Pero mira, para que te quedes tranquila un poquito de colorete, una bufanda para que no te coja frío en la garganta y a ver... Un momento... y esto que te sienta como un guante.
ateo, para.
No puedo conocer a tu madre.
-¨Por qué no?
-Por qué no.
Porque ya me conoce.
Porque fui a tu casa y la confundí con tu amante.
-Ya lo sabía.
-Lo sabía.
-¨Lo sabías?
-Sabías.
-¨Y cómo puedes hacerme esto?
-¨Yo?
-Sí, tú.
-¨Yo?
-¨Pero cómo te atreves?
-Y tú a mí, ¨qué?
Vas a mi casa, insultas a mi madre y encima me mientes.
-Perdona, ¨yo?
¨Y tú?
Si tú me hubieras dicho la verdad desde el principio nada de esto hubiera pasado.
Qué eres tú el primero -que me has mentido.
-¨Quieres escuchar la verdad?
-Sí.
Sí.
-¨Sí?
No quiero que vengas a mi casa a conocer a mis tías.
No por lo menos hasta que le dé una demencia senil y no se acuerden del lío que montaste por hacer las cosas sin consultar.
-Pues no te preocupes, que yo tampoco quiero ir a conocer el santuario de Mateíto.
-Sí, ¨qué pasa?
-Porque te llaman Mateíto.
-Me encanta que me llamen Mateíto.
Mateíto esto, Mateíto lo otro, me encanta.
Me encanta vivir con mi madre, con mi tía con sus tres gatos.
Me encanta.
Me encanta que me hagan la cama Que me compren la ropa.
Me encanta.
Hasta que me hagan el nudo de la corbata.
-¨Contenta?
-Sí.
Pues ahora que lo dices es más que evidente que esos calzones que sueles llevar no te los compras tú.
-¨Qué le pasa ahora a mis calzones?
-Pues no lo sé porque a mí me encantan.
Me gustan como todo lo tuyo, menos cuando me vuelves loca que entonces me dan ganas de matarte.
-En eso estamos de acuerdo los dos.
[♪ música animada] Pero esta noche, mis calzones y un servidor se irán a su casa a la que usted está vetada hasta nueva orden.
Buenas noches.
Clara con demasiada experiencia.
[♪ música animada] -¨Puedo ayudarle en algo?
-Sí.
No sé qué habitación me corresponde.
Vengo a instalarme, pero... quizá le pregunto a don Emilio.
-¨A instalarse?
-Sí.
-¨Por qué?
-Bueno, ¨no te han dicho nada?
-No.
-Soy la nueva jefa de taller.
¨Qué tal?
-Bienvenida.
-Muchas gracias.
-No hay nada que leer hija.
Es lo que ya te comenté.
Un contrato para cederte todo mi patrimonio y el otro para anularlo y devolver todo a su sitio cuando esa mujer haya desaparecido.
Tienes que firmar cada hoja a mi lado y después al final también.
Contra ti y no podrá hacer nada.
-¨Pero qué estás haciendo?
¨Te has vuelto loca?
-Todo lo contrario.
Aquí tiene su copia del primer contrato.
-Patricia, esto no me hace ninguna gracia.
¨A qué viene este numerito?
-Le estoy haciendo exactamente lo mismo que usted me hizo a mí.
Ahora sabe lo que se siente cuando le echan a la calle sin nada.
-¨Pero tú quién te has creído que eres?
r de este momento, la dueña de todo.
Puede quedarse en la casa de la playa.
Yo no soy tan cruel como usted.
Me basta con perderla de vista, madre.
Todo esto es por su culpa.
Lleva toda la vida humillándome.
Y ahora por favor no haga de esto un drama.
Ah... y no dé un portazo cuando salga, por favor.
-Un poquito más rubita, que estamos de fiesta.
-Bueno, baja un poco el tono que nos van a oír de la habitación de al lado.
-Bueno, que se vayan preparando.
A ver, a ver, vecinos.
-Bueno, ¨no te lo bebes?
-Sí.
-Venga.
-Oh.
-Oh.
Sí, señorita.
-Pa' dentro.
Bueno.
-Qué guapa.
-Gracias.
-Sí.
-Ay.
-Voy a... un momentito, un momentito al baño.
Vale, pero vuelvo enseguida.
Tú quédate ahí quietecito.
No te muevas, que ya vuelvo yo.
¨Vale?
-Guapa.
-Sí.
A ver, Rita.
"¨Qué?
¨Me has echado de menos guapo?
¨Eh?
¨Sí?".
Así no.
Así no.
Mejor que no.
"Bueno, pues ya estoy de vuelta".
Pero qué le vas a decir.
Si él no quiere oír.
E l quiere... E l quiere hacer.
Así que haz, hija, haz, haz.
Y déjate de decir.
[♪ música suave] -La flor, te queda muy bien.
-Adolfo, he pensado que quizá es mejor que esperemos... Madre del amor hermoso, ¨pero tú qué haces?
-Estas cosas con ropa son un poco difíciles.
-Tápate, tápate que así no te puedo hablar.
Tápate.
-¨Pero qué te pasa?
-Pues, me pasa que, me pasa que me he equivocado.
Que yo pensaba que estaba preparada pero no lo estoy.
No lo estoy de ninguna de las maneras.
Que no llevo yo todo este tiempo reservando mi flor para dárselo al primero que se pone... -¨Pero qué flor?
¨De qué hablas?
¨Qué flor?
-Pues, esta.
[♪ música divertida] [♪ música en inglés] -Gracias.
-Me gustaba más antes.
Podías llevar un mono y aún así me gustaría.
Gracias por esta noche maravillosa.
-¨A mí?
No, gracias a ti que me has venido a buscar, me has llevado a cenar a un restaurante precioso y ahora me vuelves a traer.
-¨Y te beso antes de acostarme?
-No me has besado.
[♪ música en inglés] -Es el nuevo novio de Ana.
-¨Carlos?
-Tarde o temprano iba a pasar.
Ella iba a rehacer su vida.
¨Qué te crees?
¨Que se iba a quedar aquí para vestir santos?
-Sabes que desde que llegamos de Roma no me ha venido el... -Raúl de la Riva.
¨Qué has venido a saludar?
-Estos papeles demuestran que jamás plagié a mi antiguo socio.
-La pena es que la causa no se pudiera resolver antes de que tuviéramos que contratar -a un gran diseñador.
-Yo en realidad esta noche he venido aquí para abrirte los ojos.
-¨De qué estás hablando, Raúl?
-Tu hermano Enrique intentó hundirme.
-Pues ya estamos todos.
-Falta Gloria, todavía... -Mi madre no va a venir.
Me ha dejado todas sus acciones.
Ahora también controlo su parte de la empresa.
-Tu madre no creo que haya... -Me da igual lo que tú creas, Alberto.
Esos documentos lo dejan bien claro.
Ahora controlo el 40 % de esta empresa.
Creo que a partir de ahora estoy en posición de elegir qué quiero hacer dentro de esta empresa.
-¨Puedo pasar?
-No quieres más de lo que tenemos, pero si quieres desahogarte yo tengo que estar dispuesto.
-Blanca, me he cansado.
Me he cansado de que me uses cuando quieras.
-¨Olvidando o celebrando?
Son los únicos motivos que pueden traerle a un bar a estas horas de la noche.
-Más lo primero que lo segundo.
-Suena complicado.